Cuando nos disponemos a abrir un nuevo local, llega un momento en el que tenemos clara la idea de negocio, la decoración interior, la ubicación del establecimiento y todas las cuestiones clave en el desarrollo de la actividad. Sin embargo, en nuestra empresa especializada en decoración de fachadas en Valencia sabemos que elegir un reclamo exterior para los usuarios resultará vital en el éxito de la nueva aventura laboral que vamos a emprender.
Antes de abrir las puertas del nuevo negocio, será necesario plantearnos cómo vamos a señalizar nuestra presencia en un determinado lugar y cómo vamos a dejar claro (a golpe de vista) a qué tipo de actividad productiva nos dedicamos. Lo cierto es que el sector de la rotulación nos abre un amplio abanico de posibilidades, así que antes de elegir deberemos conocer todas sus ventajas y los usos más apropiados en función de cada caso en concreto.
Para responder a la pregunta que da lugar a este artículo, primero deberemos conocer las principales diferencias entre un rótulo luminoso y una banderola. Podemos definir los rótulos como letreros o carteles que suelen ocupar el ancho de la fachada y se cuelgan frontalmente. Las banderolas, por su parte, suelen ser más pequeñas y se colocan en las fachadas de forma perpendicular a la pared.
Es decir, la mayor diferencia entre ambos métodos será la forma en la que aprecian en relación con la fachada. Motivo por el cual las banderolas pueden verse a mayor distancia, al caminar en cualquier dirección por la calle.
Muchas veces no tenemos por qué elegir. De hecho, podemos optar por un rotulo y una banderola. La apreciación de estos elementos gráficos dependerá de dónde se sitúe el viandante. Evidentemente, tanto la forma como el tamaño podrán adaptarse a todas las necesidades en ambos sistemas. Otra cuestión importante será decidir si los queremos luminosos o no. Cuestiones que dependen de los gustos del cliente.
Desde Gexmon queremos destacar que son tendencia las banderolas de estilo vintage, con un diseño gráfico muy original que nos evocan a tiempos pasados. Se adaptan a la perfección a los reclamos visuales actuales y confieren al establecimiento un aspecto diferenciador.